Menuda desilusión me he llevado.
Cuando el verano pasado descubrí a esta escritora con su “Novia gitana”, me
cansé de recomendarla junto a otro de este género, “El Cuarto mono”, porque sin
duda me impactaron tanto uno como otro en los argumentos, el ritmo, personajes,
final…, pero actualmente la sensación que me ha dejado la segunda parte de
Carmen Mola, me lleva a replantearme la veracidad de esa frase que dice: “Segundas
partes nunca fueron buenas”, no quiero imaginas una trilogía.
“Un día tórrido de verano la inspectora Elena Blanco,
al frente de la Brigada de Análisis de Casos, irrumpe en la vivienda de una familia
de clase media y llega hasta la habitación del hijo adolescente. En la pantalla
de su ordenador se confirma lo que temían: el chico está viendo una sesión
snuff en directo en la que dos encapuchados torturan a una chica. Impotentes,
presencian cómo el sádico espectáculo continúa hasta la muerte de la víctima de
la que, de momento, no conocen el nombre. ¿Cuántas antes que ella habrán caído
en manos de la Red Púrpura? La BAC ha estado investigando a esta siniestra
organización desde que salió a relucir en el caso de «la novia gitana». Durante
meses ha recopilado información de este grupo que trafica con vídeos de
violencia extrema en la Deep Web, la cara oculta de la Red. Y a lo largo de
todo este tiempo, Elena Blanco ha mantenido en secreto, incluso para su
compañero el subinspector Zárate, su mayor descubrimiento y temor: que la
desaparición de su hijo Lucas cuando no era más que un niño pueda estar
relacionada con esa trama macabra. ¿Dónde está? ¿Quién es realmente ahora? ¿Y
cuáles son los límites que está dispuesta a transgredir para llegar a la
verdad? Vuelve la enigmática Carmen Mola, una autora que se niega a dar a
conocer su identidad, pero que se ha convertido en el mayor fenómeno de la
novela negra española de los últimos años y en un resonante éxito
internacional, con una nueva entrega de la gran serie protagonizada por Elena
Blanco”.
Como
dicen los entendidos eso es producto de las altas expectativas con las que nos
enfrentamos a ciertas lecturas. No quiero extenderme porque he hecho la promesa
de no hablar mal de los libros, esto es cuestión de gustos y preferencias y por
supuesto de respeto hacia el escritor. Esta es la razón por la que a través de
la sinopsis os invito a que la última decisión sea vuestra.
Muy
parecida a la anterior, repite datos ya conocidos para hilvanar ambos
argumentos, algo que resulta cansino, los personajes son los mismos, la
violencia explícita también y la ausencia de giros argumentales de vértigo
hacen predecible la trama.
Estructura
semejante a la anterior, dividida en 5 capítulos algo desinflado en lo que
acción y ritmo se refiere se queda algo pobre, las ambientaciones demasiado
macabras para lo poco que aportan a la historia, muy desagradable en líneas
generales y con un desenlace esperado. El tema que sirve de eje conductor son
los “snuff movies”, el tráfico de videos de este tipo de contenidos donde la
razón humana brilla por su ausencia.
Terminar
diciendo que como serie de televisión podría estar bien, siempre hay un público
que visualmente consume este tipo de espectáculos; como segunda parte me
esperaba la fuerza y la potencia de la “Novia gitana”, lástima que la
Inspectora Elena Blanco no me haya dado ese placer.
“Todo
el mundo te dice lo que es mejor para ti. No quieren que busques respuestas
sino que creas las suyas. Deja de coleccionar información del exterior y
empieza a buscarla por ti mismo en el interior”.
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