jueves, 25 de abril de 2019

LLuvia fina, Luis Landero


El hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.
“Tras mucho tiempo sin apenas verse ni tratarse, Gabriel decide llamar a sus hermanas y reunir a toda la familia para celebrar el 80 cumpleaños de la madre y tratar así de reparar los viejos rencores que cada cual guarda en su corazón, y que los han distanciado durante tantos años. Aurora, dulce y ecuánime, la confidente de todos y la única que sabe hasta qué punto los demonios del pasado siguen tan vivos como siempre, trata de disuadirlo, porque teme que el intento de reconciliación agrave fatalmente los conflictos hasta ahora reprimidos. Y, en efecto, la primera llamada de teléfono desata otras llamadas y conversaciones, inocentes al principio y cada vez más enconadas, y de ese modo iremos conociendo las vidas de Sonia, de Andrea, de Horacio, de Aurora, del propio Gabriel y de la madre, y con ellas la historia familiar, desde la infancia de los hijos hasta la actualidad. Tal como temía Aurora, las antiguas querellas van reapareciendo como una lluvia fina que amenaza con formar un poderoso cauce al límite del desbordamiento”.
Me declaro seguidora de este escritor extremeño que nunca me decepciona. Es un retrato de familia con un repertorio de personajes que pertenecen al mismo clan en el que no todo es lo que parece; sin duda cada uno de ellos son muy "Landeros” o al menos eso me parece a mí. Es un relato original y diferente que giran en torno a los líos de familia de la actualidad más aplastante.
Comienza la narración a partir de la propuesta de Gabriel de reunir a su familia con el propósito de celebrar los 80 años de la matriarca, ese es el momento en el que se destapa la caja de los truenos, la idea no es tan bien acogida como hubiera sido de esperar y se desencadenan una serie de hechos marcados por las rencillas del pasado, frustraciones que ven la luz, rencores que despiertan, traiciones antiguas, conflictos abiertos y reconciliaciones de dudosa solución en un presente donde urge modificar la trayectoria presente en pos de un futuro alentador.
Mientras la leía no pude evitar reconocer el retrato de familia cotidiano del que en muchas ocasiones somos parte activa. Me atrevería a decir que es una novela coral de adultos que miran al interior y bucean en su pasado para poder oxigenar un presente con el que no comulgan.
Narrada por diferentes voces a través de capítulos breves con diálogos fluidos y ágiles, que van descubriéndonos a un colectivo en crisis: la familia. Historia dramática donde se echa de menos guiños de humor y algo de optimismo que rebaje la tensión amarga y el tono duro del relato. Landero nos invita a reflexionar sobre las consecuencias del rencor y las “cuentas pendientes” en una familia a lo largo de décadas.
La novela es un prodigio en lo referente a los personajes, el narrador externo aporta lo que los personajes van contando, construyendo a través de cada uno de ellos sus propias historias. Conocemos sus trayectorias de vida y nos plantea el dilema de ¿quién lleva la razón?.
Las charlas que mantienen los personajes es el centro sobre el que pivota la novela, eso y el papel tan impresionante del teléfono cuyo protagonismo supera al de la mismísima Aurora, balón de oxígeno de todos los miembros de esta “normal” familia.
Os gustará sin duda y un detalle que llama la atención es el papel otorgado a la mujer en la novela, las narradoras hacen de la historia un relato poliédrico donde ellas mismas serán vistas desde diferentes puntos de vista.
“Lo importante de una familia no es vivir junto, es estar unidos por el corazón”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario