El
hecho de leer tanto y contar con poco tiempo supone un desafío a la hora de
llevar al día el blog en el que comento mis lecturas; es por eso que faltando a
mi costumbre de no copiar sinopsis de los libros, me veo obligada a utilizarlas
al menos hasta que consiga acortar el número de comentarios pendientes.
“Hugo
Betancor, un fotógrafo de prensa viudo y en horas bajas, llega al pueblo
vitivinícola de San Vicente de la Sonsierra para reclamar la herencia de Raúl,
su hijo de once años aquejado por una enfermedad rara. Desde que ambos ponen un
pie en Finca Las Brumas, la bodega de los abuelos del niño, todo empieza a
torcerse de forma descontrolada.Veinte años atrás, un hermano pequeño de la
madre de Raúl, estremecedoramente idéntico a él, desapareció sin dejar rastro
durante una tormenta. Un suceso que marcó la vida de todo el pueblo, cuyos
habitantes no han sido capaces de liberarse del peso de la culpa, del ahogo de
la sospecha? y del temor a que aquella desgracia vuelva a repetirse.
No siempre se acierta con las elecciones literarias; en
ocasiones una portada ocurrente o un título que te atrapa es suficiente para
crear la ilusión mínima ante un libro. De antemano y con esta palabras ya os
aviso que no me ha dejado un recuerdo imborrable, que me costó terminarlo y que
me ha resultado “películero” e “insulso”, eso sí lo he terminado.
Thriller psicológico desarrollado en el corazón de la Rioja,
villas espectaculares y tradiciones milenarias sirven de escenario a un
repertorio de acontecimientos poco creíbles y absurdos. Drama de familia con un
misterio por resolver cargado de rasgos costumbristas desarrollado en dos
tiempos, con un espacio de veinte años que intentan unir el pasado con el
presente en la urgente necesidad de poner todo en orden.
Me dejé llevar por una sinopsis que atrapa con tal intensidad
que solo es comparable el nivel de decepción del relato. En su favor decir que
su estructura en capítulos cortos en los que siempre ocurre algo, la salvan de catalogarla
como una guía breve de la Rioja vitivinícola.
Como siempre la última palabra es de cada lector, yo hago lo
que siempre vengo haciendo, os cuento mi impresión y la termino, que escribir
es algo muy difícil como para despreciarlo.
“Todos estamos a merced de nuestro propio destino”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario