sábado, 4 de marzo de 2017

De qué hablamos cuando hablamos de amor, Raymond Carver

A menudo visito otros blogs para ponerme al día de lecturas que se salgan de lo estrictamente comercial, que me aparten de esos libros que ocupan la mayor parte de los escaparates de las librerías; lo hago porque en estas incursiones suelo descubrir opciones con buenas reseñas que me ayudan en momentos de confusión en los que “nada acaba convenciéndome”. Así elegí “De qué hablamos cuando hablamos de amor”, ciento sesenta páginas escritas por Raymond Carver uno de los maestros de los relatos cortos de la literatura americana.
La sinopsis es sencilla de explicar, diecisiete cuentos breves que nos hablan de las diferentes formas en las que se puede entender el sentimiento universal del amor. Este término “amor” designa cosas muy distintas: entrega, sexo, incomunicación, convivencia, violencia, contrato, ternura, resentimiento, odio, sumisión… Con este planteamiento, en “De qué hablamos cuando hablamos de amor” vemos que lo que se puede sentir por un amante, también es amor. Que el sentimiento de un chico por una chica que le podría llevar a cometer locuras atroces con tal de tenerla, también es amor. Y que el marido que pega a su esposa, se resguarda en la excusa de que la ama. Raymond mirando por una lupa muy especial, analiza todas y cada una de estas posibilidades de amar, justificando que no existe una forma única sino tantas opciones como amantes que lo practican.
Cuando lo he leído reconozco que algunas no han sido de mi total agrado, pero de cada uno de ellos se extrae una lección moralizante porque cuestiona la definición de amor sin límites. Están bien escritos, recuerdan a fábulas moralizantes, breves, escuetas y directas; tal vez las escribió influenciado por la época que le tocó vivir y me han traído a la memoria  a los Cuentos de Chéjov.
Podrían haber sido novelas comprimidas, los personajes están perfectamente definidos, gente común, vulnerables, golpeados por experiencias de vida, cotidianos; cada relato tiene su propio título y su contenido es muy potente y dice tanto como en un narración larga. El libro lleva el título del tercer relato, en él tres parejas hablan de sus experiencias amorosas, y tras su lectura constatamos que el autor siembra la duda acerca de la veracidad de presumir de que solo existe una forma universal de amar.
No quiero terminar el comentario sin hacer mención a las complicaciones que sufrió la publicación del libro, al parecer fue editado con severas modificaciones literarias por parte de su editor, algo que no gustó al autor y que acabó aceptando por consejos impuestos y siempre pensando en los beneficios económicos. Fue éxito de ventas en América en el panorama de las letras de la década de los 80, pero el narrador y poeta siempre guardó su original y al parecer nada tiene que ver con la intensidad de las historias que hoy nos llegan editadas en España por Anagrama. Recomendada como lectura “intermedio” y especialmente por la reflexión que provoca hacia un sentimiento que tenemos muy claro, pero que en ocasiones nos lleva a serias confusiones.  

¿Por qué un tipo es más válido que otro? ¿Por qué algunos están mejor vistos que los demás? Y, lo más importante, ¿Dónde están las fronteras de ese amor?.

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