Alicia
Giménez Bartlett nos presenta un relato de un personaje mitad leyenda y mitad
realidad, que nos hace volver nuestra mirada al pasado más inmediato y más
doloroso de nuestra Historia. La autora aborda la personalidad de Teresa, más
conocida como “La Pastora” para deleitarnos con su saber escribir en un intento
de hacernos llegar el misterio que rodeo a este ser “hermafrodita” de infancia
cruel y vida solitaria en la España de los años 40 y 50 donde la tristeza y la
miseria era el pan de muchos españoles de la época.
“Un psiquiatra de La
Sorbona especializado en mentes criminales viaja a la Barcelona de 1956. Quiere
realizar un estudio sobre el caso de Teresa Pla Meseguer, llamada La Pastora,
una mujer acusada de veintinueve muertes. Se trata del maquis más buscado por
la Guardia Civil, y se ha convertido en una leyenda popular porque sigue libre.
Sólo un periodista barcelonés parece tener claves importantes en torno al
personaje, pero lo que el viajero francés le propone es algo fuera de lo
normal: no desea datos sobre Teresa, sino un encuentro cara a cara.
El idealista Lucien Nourissier y el cínico Carlos Infante emprenderán ese viaje a las tierras del Maestrazgo, donde se esconde su casi imposible objetivo. A lo largo de su investigación deberán sortear la vigilancia de los guardias, distinguir las pistas verdaderas de las falsas y esquivar los mil obstáculos que les salen al paso. La novela se convierte entonces en una búsqueda, en una huida, en una aventura que nos descubre las miserias y la humanidad de una España terrible”.
El idealista Lucien Nourissier y el cínico Carlos Infante emprenderán ese viaje a las tierras del Maestrazgo, donde se esconde su casi imposible objetivo. A lo largo de su investigación deberán sortear la vigilancia de los guardias, distinguir las pistas verdaderas de las falsas y esquivar los mil obstáculos que les salen al paso. La novela se convierte entonces en una búsqueda, en una huida, en una aventura que nos descubre las miserias y la humanidad de una España terrible”.
“Donde nadie te encuentre” fue galardonada con el Premio Nadal 2011, dentro del
género de ficción y misterio, supone un trabajo de documentación extraordinario
llevado a cabo por la autora, quien ha conseguido bajo un estilo sencillo y
directo un relato de la vida de este personaje histórico, víctima de las
circunstancias y de la existencia que le tocó vivir.
La narración tiene un doble hilo argumental; el primero
va contando el viaje y encuentro de los dos personajes que comparten el
objetivo de encontrar a la Pastora, el psiquiatra francés y el periodista
catalán, iniciando ambos un periplo cargado de aventuras y desventuras narrados
en tercera persona y centrado más en el aspecto de la figura del “maquis” a
nivel social y político que no emocional. La segunda línea del argumento
contada en primera persona se centra exclusivamente en Teresa Pla Meseguer,
lejos de los datos meramente biográficos, Alicia se adentra en las emociones y
sentimientos de este personaje y el relato se hace conmovedor al convertirlo en
una odisea de soledad, huida, desarraigo y silencio que se concentran en esta
personalidad tan controvertida y maltratada por la Historia.
Dividida en capítulos y escrita con una grafía diferente
para facilitarnos los momentos dedicados a la Pastora, su ritmo es ameno, fluido
y entretenida. Los protagonistas están perfilados con el sello de la ganadora
del Planeta, incluso aquellos que son personajes secundarios los ha configurado
con esmero y cuidado, sin dejar detalle al azar. Me admira la forma de
presentarnos el contexto histórico de postguerra, la miseria, la represión, el
miedo y el ambiente rural al que perteneció esta criatura, perseguida y acusada
de muchos asesinatos cuya autoría están aún por probar.
Es una historia diferente, fluida, bien contada, con la
tensión narrativa ajustada al relato. Falleció en el 2004, tras casi veinte
años de prisión, durante su estancia mantuvo una relación cercana con un
funcionario de prisiones, quien al ser excarcelado le ofreció un pequeño
espacio en su casa para que tuviera donde pasar sus últimos días. El destino
caprichoso puso fin a su vida una plácida tarde cuando disfrutaba de una pera
que se estaba comiendo, otra jugarreta más de su original y trágica existencia.
Al principio se creyó que los restos de
La Pastora reposaban en la Pirámide del Jardín del Recuerdo en el cementerio
municipal de Almería; pero hoy se tiene constancia de que sus cenizas se hallan
allí “Dónde
nadie te encuentre”, por expreso deseo de este controvertido personaje
y de quienes tuvieron a bien cumplir con su voluntad.
Recomiendo su lectura porque es algo más que las
andanzas y crímenes de un maquis al que se le conoció como “La Durruti” y otros
apodos de la época, por su calidad literaria y por la gran valor de
documentalista realizada por Alicia Giménez. Me gustan sus novelas y además es
de los pocos Premios Planeta que coincido con el galardón y esa maravillosa
obra de “Hombres desnudos”.
"Pero
la vida es corta: viviendo, todo falta; muriendo, todo sobra".