Es
la primera novela que leo de la autora canadiense ganadora del Nobel
de literatura y es posible que no la vuelva a leer al menos como una
de mis prioridades. Había escuchado poco o nada acerca de Alice
Munro y sí que en las librerías me he sentido atraída por las
portadas de sus libros porque son francamente elegantes; ahora bien
aunque las sinopsis de estos no me disgustaban no acababa de
decidirme a elegirla para pasar un rato entretenido con las historias
que prometía contar.
Amistad
de juventud son diez cuentos o relatos que se convierten en diez
historias a mi gusto excesivamente largas, son lo que se suele decir
narraciones que llegan a ser novelas individuales. De todas formas, es de mi entero
agrado este tipo de cuentos que te permiten elegirlos
desordenadamente y que se pueden disfrutar sin necesidad de
terminarlos todos. Tienen en común el abarcar momentos muy dilatados
en el tiempo para la duración del relato y el repertorio de
ambientes acompaña a la profusión de hechos acontecidos en el
transcurso del mismo. No dejan de ser historias curiosas de
personajes originales, especialmente de mujeres, es notable el
marcado carácter femenino y casi autobiográfico una vez que te
informas sobre la vida de la escritora.
Los
temas a los que recurre en la mayoría de estas historias son la
muerte, el dolor, la mentira, el amor y sin quererlo identificamos
que en realidad relata dramas cotidianos, de personajes reales, de
pueblos comunes y que de alguna manera nos hace bucear en el mundo
interno de los protagonistas porque de no ser así no se entiende la
intencionalidad de cada narración.
Desde
el principio he tenido que estar muy atenta a la lectura porque no
estoy familiarizada con este estilo de relatos y mira que con
Murakami dejé el listón bien alto, tal vez mi predisposición no
fuera la adecuada, ni tampoco el momento anímico... para leer
“Amistad de juventud” hay que estar cargada de optimismo y
dispuesta a enfrentarse con algún que otro drama demasiado triste
para recrearse en ellos. En su favor decir que no hay aburrimiento ya
que presenta una diversidad de historia que nos aleja de la monotonía
incluso con la repetición de temática. Son bonitos, no es para
despreciarlos, es solo que me estreno con la autora y estas historias
de supervivencias no eran lo que yo buscaba en estos momentos.
No
quiero que parezca una mala critica, están magistralmente narrados,
con lenguaje muy sencillo, de buen ritmo literario y para nada
rechazable. Tal vez en otro momento retome a la autora y lea otra
de sus novelas de cuentos, porque tengo entendido que es su
especialidad.
“El
instinto dicta el deber y la inteligencia pretextos para eludirlos”.
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