sábado, 20 de julio de 2013

Brújulas que buscan sonrisas perdidas, A. Espinosa

 
La brújula es un instrumento muy antiguo creado para orientarse y llegar al destino previsto, compuesto por unas agujas que te van marcando “el norte” con la finalidad de no “desorientarte” y lograr con éxito el fin del viaje. Actualmente ya casi no las utilizamos porque estos sistemas de navegación se han sustituídos por otros mucho más complejos y avanzados: GPS, parece ser que estos no localizan “sonrisas perdidas”...
No tengo intención de contar el argumento, prefiero que leáis  la novela, una de las que más he recomendado en los últimos meses por su extraordinario potencial emotivo y porque está diseñada para todos los lectores al margen de sus gustos literarios. Es ese libro que te hace respirar hondo, que te sobrecoge, que pone en marcha la maquinaria de las reflexiones, que te hace bucear en los valores humanos de la sinceridad, la familia, el amor, la esperanza en segundas oportunidades, que te lleva a descubrir la esencia de lo verdaderamente importante de una vida.
En muchas ocasiones ignoramos la señal de nuestra brújula y nos perdemos durante media vida alejándonos del norte que nos devolverá aquello que perdimos y deseamos recuperar. La falta de confianza, la mentira, el engaño se ciernen alrededor nuestra como una enorme tela de araña imposible de deshacer; en la novela los conflictos de una familia han marcado el destino de sus miembros, y sin olvidar las causas que los distanciaron a unos de otros, el protagonista asume la responsabilidad de reunir bajo un mismo techo a todos los que se alejaron un día siguiendo señales de “brújulas” con nortes opuestos e irreconciliables.
Historia de gran belleza, distribuida en capítulos algunos estremecedores tanto por su carga de afecto como por la crueldad narrada, todo entretejido en una trama llena de detalles que tienes que seguir para “no perderte” y lograr alcanzar el final. Para ello el autor colabora ofreciéndonos personajes muy bien perfilados enriquecidos por las vivencias que les acompañan como parte de su bagaje de vida.
Hace unos días una compañera me preguntó por un libro que me hubiera dejado un impacto inolvidable... podría ser uno de ellos, emocionalmente mi elección estuvo acorde con el momento que vivía, no pasará de puntillas en mi repertorio de lecturas que me han hecho emocionarme y sentir que incluso el sufrimiento más cruel tiene al final una grata recompensa.

Nunca sabes lo fuerte que eres hasta que serlo es la única elección que tienes. Cuando eso sucede, es cuando te conviertes en: INTOCABLE”.

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