domingo, 18 de noviembre de 2012

Cuando acabe tu ira, Asa Larsson

Uno más de la saga de la autora Asa Larsson; uno más de novela policíaca de misterio; una más de autora sueca... uno más de lo mismo, pero no por ello innecesaria su lectura.
La primera novela que leí de esta autora fue Aurora Boreal y casi no me acordaba del apellido impronunciable como digo yo, cuando una compañera del trabajo, Pilar Nieves me recomendó que lo leyera; fue entonces cuando recordé que no era el primero y como más o menos imaginaba el contenido del mismo, lo rechacé... su obstinación por hacerme pasar un rato entretenido acabó poniéndome literalmente en las manos el libro y bueno, no pude rechazarlo y la verdad que me gustó.
Enemiga de describir el contenido de la novela os diré que son trescientas casi setenta páginas de la cuarta entrega de Asa y su fiscal y que al parecer lo lógico es haberlas leído cronológicamente según su publicación, pero yo no tenía ni idea de ese detalle y ahora lo comprendo porque son bastantes las referencias en el relato a situaciones vividas por “la poli” en episodios anteriores que corresponden a esas novelas previas.
De todas formas tiene todos los ingredientes de la novela negra de suspense y misterio; jóvenes que se pierden en el hielo, aparición de un cadáver, el pasado que acecha de nuevo, inspectora y fiscal, asesinato evidente que no accidente, rumores, locos y hasta fantasmas... no se puede pedir más.
Mencionar que aunque pueda parecer algo trillado el recurso de rescatar ciertos temas históricos como trama de una novela, “Cuando acabe tu ira” aborda el papel de los suecos como colaboracionistas de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y eso es enfrentarse a la maquillada neutralidad que Suecia mantuvo respecto al conflicto. No es el objeto principal de la novela pero sí su trasfondo histórico. Igualmente es agradable lo bien perfilado que están los personajes de la fiscal y la inspectora local, que rompen con la tradición masculina de comisario y ayudante propio de otro modelo literario...”Las suecas son así” y en especial las que escriben.
Lectura de las que enganchan por el tema, el ritmo, la agilidad a la hora de plantear la trama, lenguaje asequible, la necesidad de llegar al final, vamos, que se puede decir que se lee solo. Puntualizar que en algunas ocasiones la autora cuenta situaciones que es como si le “saliera la vena sueca”, no se comprende lo que está intentando narrar, creo que cuando la leí llegué a la conclusión que podían ser reflexiones personales . Un poco nórdico para mi gusto.
Aunque el final está conseguido es muy previsible por el desarrollo de los acontecimientos, de manera que no hay factor sorpresas, mucho antes de vislumbrar el final del libro se adivina el desenlace. Aceptable para los seguidores de los escritores de estas latitudes heladas, entretiene y se disfruta sin grandes pretensiones; incluso puede llegar a plantearse leer los anteriores.
Por cierto, para no desentonar la autora es rubia y guapa... Y por una vez y sin que sirva de precedente, yo gozaba de una impecable salud.

La astucia y la mentira pueden tener diferentes vestidos, disfrazarse, maquillarse; pero a la verdad le gusta ir desnuda”.

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