Sin
que sirva de precedente y como algo excepcional voy a contar la
sinopsis de la segunda obra de María Dueñas.
La
profesora Blanca Perea acepta una beca en la universidad Santa
Cecilia de California para huir de un fracaso matrimonial que la ha
sumido en una profunda crisis personal. Allí tendrá que catalogar
el legado del hispanista fallecido Andrés Fontana. A medida que
avanza en su trabajo, ayudada por su colega americano Daniel Cartel,
Blanca se verá inmersa en un entramado de intrigas y secretos
ocultos para intentar entender las historias que esconden los papeles
del misterioso legado.
En
total quinientas doce páginas de un relato que desarrolla una
historia dentro de otras historias; de la vida de la protagonista que
la narra en primera persona y de otros dos personajes más que se van
perfilando a medida que transcurren los hechos. No responde para nada
al modelo de su anterior libro, ni en argumento ni en contenido y tal
vez la odiosa manía de comparar sea la causa de la profunda
decepción que sentí al leerla. Mis expectativas eran apremiantes,
la autora era una garantía difícil de cuestionar, pero desde las
primeras páginas me pareció un culebrón o telenovela escrita con
sus ingredientes definidos y encasillados; mujer con fracaso
matrimonial por engaño, huida de la realidad, conoce a hombre
encantador, proyecto a compartir, aventura que me dará lo que
busco...
El
lenguaje es asequible, sencillez en la estructura, diálogos que la
hacen dinámica; pero personalmente no me sorprendió en nada, le
falta ritmo, intriga, sorpresas, aventuras, curiosidades. Existe una
moraleja acertada tras su lectura, hay que apostar por las segundas
oportunidades, por la superación de las crisis personales y el
desafío de reinventarnos.
Recuerdo
que el libro llegó a plantearme si de verdad lo había escrito ella,
porque hay autores que cambian radicalmente de tramas y argumentos y
no pierden calidad literaria y en Misión Olvido no encontré rasgos
que me justificaran que es de la misma escritora que había recreado
y escrito su “Tiempo entre costuras”. Tristemente no se la he
recomendado a nadie y aquellos que la han leído han coincidido en mi
visión de la novela. Aún así jamás dejaría que un libro poco
acertado cayera en el más injusto de los “olvidos”.
“A
veces hay q elevarse por encima de la vida cotidiana para hacerse
preguntas esenciales y vivir experiencias inolvidables”.
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