Desde que inicié la
andadura de mi blog de lectura, miro hacia atrás y recuerdo la cantidad de
libros leídos que me gustaría haber comentado de haberlo creado muchos años
antes. Cuando el tiempo libre me lo permite, vuelvo a releer novelas que me
dejaron un grato recuerdo y que a menudo recomiendo a la gente que me rodea.
Pero son pocas las ocasiones y esa tarea soy consciente de que nunca la voy a
poder tener al día. Es por ello, que he decidido abordar aquellas lecturas de
una manera breve y a modo de recomendaciones que podréis ampliar visitando
otros blogs en los que seguro encontraréis reseñas muy de vuestro agrado.
De momento las iré nombrado
y contando su sinopsis, sin en algún momento puedo haceros participe de las
impresiones que me causaron, no dudéis que así lo haré.
“Viendo inminente el
final de su vida, Olga decide escribir a su nieta una larga carta para dejar
constancia de lo que ninguna de las dos ha sabido ni decir ni escuchar. Cuando
la nieta regrese, sólo encontrará la relación de los pensamientos,
sentimientos, delicadeza y esperanza, soledad y amargura que la vida ha ido
tejiendo. Por la carta, se sabrá cuál fue la historia de la familia, las peleas
con la hija muerta, los desencuentros y las heridas que nunca cicatrizaron”.
Hace demasiados años que la leí pero no por ello la he
olvidado. Novela epistolar, intimista, sencilla, humana y cercana. Fue la
primera novela que compré de Susana Tamaro y creo que hasta la fecha no me falta
ninguna de las que ha escrito esta particular escritora italiana. Tema
principal que gira alrededor de los sentimientos y la manera de ser gestionados
entre generaciones. Las emociones humanas ocupan buena parte del relato, es
tierna y melancólica pero no llega a ser dramática ni angustiosa.
Lenguaje sencillo y directo para todo un monólogo repleto
de mensajes y reflexiones, de corte intimista que deja un buen sabor de boca.
Las narraciones de Susana Tamaro cuentan con altibajos en el ritmo de la
lectura, no destacan por los sobresaltos y los giros emocionantes, pero llegan
al “corazón”, invitan a pensar y no pasan de puntillas por nuestro ánimo. Os
gustará.
“Cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cual
recorrer… quédate quieta, en silencio y escucha tu corazón”.
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