Buscando
un libro relacionado con la palabra “nevada”, se cruzó en mi
camino este título sin permiso y no por la portada, pero sí por la
sipnosis, me pareció que merecía la pena leerlo y sin ser el libro
del año y superando el trauma de poder caer en el olvido; os digo
que me ha resultado agradable y original, de manera que os voy a
contar algunas cositas sobre él para que decidáis por vosotros
mismos.
Es
una novela que catalogaría de contemporánea; la temática gira
entorno a la necesidad de escribir que comparten dos mujeres
separadas por un siglo y que sin saberlo acabarán formando parte de
la misma historia y de la misma familia. Junto a esa necesidad vital,
ambas se refugian en la lectura como mecanismo de defensa y
estrategia de huida de una realidad que las hace sufrir y de la que
escapan cada vez que leen y escriben, siempre como algo intimo y
oculto de cara a los que les rodean. Es el relato paralelo de dos
vidas que al final coinciden gracias a los testimonios que Tónia, la
más anciana de las protagonistas, deja escritos a lo largo de su
existencia y que Lali, su bisnieta, descubrirá en un viaje no solo
físico sino emocional en busca de sus raíces y su pasado.
Doscientas
veintiséis páginas de elegante prosa, narrada en primera persona
cuando habla Tónia y en tercera cuando lo hace un narrador que
completa el relato. Ausencia de diálogos que obliga al lector a
llevar una lectura atenta a fin de no caer en errores y
contradicciones por lo complejo que en ocasiones se hace el texto.
Párrafos excesivamente largo, pero no le resta calidad a lo narrado.
Es una historia de mujeres, de pasiones, sufrimientos y dolor, pero
también de logros y satisfacciones.
Me
ha llamado la atención porque el interés de la bisabuela acerca de
su pasión por la escritura desentona con el perfil de la mujer de
inicios del siglo XX y que es coincidente con la de su bisnieta a
mucha distancia generacional de ella. Cada personaje está muy bien
construido entorno a la necesidad que las motiva y cada una de ellas
provoca sentimientos muy parecidos; ahora bien, sin desmerecer a
otros personajes que completan el retrato de una sociedad
evolucionada en el devenir de un siglo.
Resulta
entretenido debido a la alternancia en capítulos de las vidas de
ambas y como se puede intuir el acercamiento de las historias que al
final resulta ser la de una única familia. Ingredientes anecdóticos
presente son las rencillas entre habitantes de un mismo pueblo, los
odios perpetuados en el tiempo, viejas deudas y la mezcla de
parientes que acaba siendo hasta cotidiana en estos ambientes.
Buen
final aunque algo novelesco... se agradece que de vez en cuando se
cierre un libro con la grata sensación de haberlo disfrutado y
sabiendo que sus protagonistas ya no se mueven en la frialdad de la
nieve.
“El
bien que hemos hecho nos da una satisfacción interior, que se
convierte en la más dulce de todas las pasiones consumadas”.